Dylan Wiliam habla sobre el aprendizaje cooperativo

Os dejamos a continuación un enlace a un vídeo en el que Dylan Wiliam habla sobre la importancia de la responsabilidad individual como uno de los cinco elementos fundamentales del aprendizaje cooperativo. Además, resalta una idea en la que insistimos mucho en nuestras formaciones. Aplicar estrategias o estructuras (por ejemplo, “lápices al centro” o “folio giratorio”) no es garantía para que el aprendizaje cooperativo funcione. Es necesario comprender los elementos fundamentales del AC y aprender a estructurarlos de manera efectiva.

 

En el vídeo podéis activar los subtítulos en castellano y debajo transcribimos un resumen.


El aprendizaje cooperativo funciona en clase cuando hay objetivos de grupo, es decir, cuando los alumnos trabajan como un equipo y no simplemente en un equipo, y cuando hay responsabilidad individual, de modo que cada uno de los alumnos es individualmente responsable y ninguno hace auto stop.

Hay muchas formas de conseguir que se den estas dos condiciones, pero si conseguimos establecer objetivos de equipo y responsabilidad individual, la investigación dice que los alumnos pueden aprender aproximadamente al doble de velocidad.

Algo mágico ocurre cuando conseguimos crear una comunidad de aprendizaje, es decir, un grupo de personas que se reúne para alcanzar un objetivo compartido, para ayudarse entre sí a aprender algo. De hecho, los alumnos alcanzan un nivel de rendimiento mucho más alto y un mayor compromiso de manera sostenida en el tiempo, que lo que podrían alcanzar trabajando solos.

Una de las consecuencias importantes que suceden cuando los alumnos y los profesores se comprometen colectivamente en esta aventura de ayudarse entre sí para crecer, es que los propios profesores se convierten en alumnos y, a su vez, los alumnos se convierten en profesores. Tener objetivos compartidos difumina estos roles. En un ambiente así hay respeto mutuo, se valora a cada uno como individuo y todos ayudan a los demás a dar lo mejor de sí.

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Un buen ejemplo de cómo un profesor puede establecer objetivos de equipo y responsabilidad individual es definir una tarea para el grupo en la que los alumnos asumen diferentes roles. Un error común que cometen los profesores es asignar el papel de portavoz a uno de los alumnos al inicio de la tarea. Esto es un grave error, porque no crea responsabilidad individual. Hay objetivos de equipo, pero todos los que saben que no son portavoces, saben que no tendrán que hablar en nombre del grupo. Entonces, su atención y su nivel de concentración disminuirán. Si todos en el grupo saben que podrían ser llamados para ejercer de portavoces del grupo, entonces habremos creado una situación en la que serán responsables colectivamente y también individualmente.

La investigación dice que es necesario crear estas dos condiciones: que haya una responsabilidad colectiva, mediante objetivos del grupo, y hacer que los alumnos sean individualmente responsables. De esta manera conseguimos formar grupos de trabajo realmente efectivos. Como muestra la investigación de Bob Slayton, la mayoría de las veces el trabajo en grupos en las escuelas falla en alguna de estas dos condiciones y, por lo tanto, su trabajo no es efectivo.

Las actividades grupales como el rompecabezas no funcionan [por sí solas]. Pueden ser divertidas, pero no hay evidencias de que los alumnos aprendan más que con otros enfoques. Las únicas condiciones bajo las cuales conseguiremos una mejora efectiva del aprendizaje con respecto a otros procedimientos, es crear objetivos del grupo y responsabilidad individual.

 

Dylan Wiliam es profesor emérito del Institute of Education, University College London y experto en evaluación formativa.

 

Página web de Wiliam Dylan: https://www.dylanwiliam.org/

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